NOTA DE PRENSA Nº 155-2016-INPE

En penal Ayacucho 

EX INTERNO ARTESANO APOYA CON SU ARTE TEXTIL A COMPAÑEROS Y COMUNIDAD

Un grupo de internos del taller de telares en el penal de Ayacucho está perfeccionando su trabajo gracias al apoyo de un ex interno artesano cuyo arte es reconocido en el mercado local. Las autoridades penitenciarias procuran apoyarlo buscando espacios para colocar sus productos en el extranjero.

Gabriel Aybar Jayo (33) visita semanalmente el recinto que lo acogió por año y medio para enseñar a seis de sus compañeros el arte del bordado y el tejido. Él les da trabajo y recoge las mantas hechas con material de ovino y alpaca, esta última de mayor calidad.

Delia Atuncar Irribarri, directora del Medio Libre que hace seguimiento a los internos que salen de los penales mediante beneficios penitenciarios, indicó que la labor del ex interno es meritoria, pues no solo ayuda a sus compañeros a capacitarse en un trabajo productivo, sino también apoya a sus otros compañeros que como él acuden a sus terapias extramuros para también capacitarse en un arte tradicional peruano. 

La funcionaria indicó que si bien Gabriel Aybar Jayo cometió un delito, la evaluación que realiza el INPE en su progreso de rehabilitación, específicamente en el programa FOCOS, ha sido buena, pues los informes hechos por los sicólogos, trabajadores sociales, abogados y educadores fueron positivos.

El joven ayacuchano debe recibir charlas semanalmente (3 a 4 horas) con un grupo de ex internos, dirigido por profesionales penitenciarios que los guían en temas tales como: control de la ira, la familia, control de natalidad, mejorando como personas, etc.

Por ello, también deben registrar su asistencia responsable al local del INPE, de no hacerlo, entonces mediante un informe remitido al juez, el beneficiado podría ser devuelto a la cárcel a cumplir su pena privativa de libertad.

El desafío para del INPE es ayudar a los internos del taller a vender sus productos en un mercado global, pues sus diseños y buena calidad de trabajos merecen un valor que el mercado local hoy no reconoce o no puede pagar. Uno de sus mantos puede llegar a costar entre 80 y 200 dólares.

Aybar Jayo se inspiró en el arte textil peruano, en especial, las culturas paracas, nazca, inca, wari, chavín, así como el arte colonial. Añadió que un manto puede demandar hasta un mes de laborioso trabajo, pero el resultado es excelente.

Prueba de ello es que el museo de Ayacucho le solicita reproducciones textiles de mantos famosos del Perú, a fin de venderlos a los turistas. 

En el penal de Ayacucho funciona un taller de textilería con tres máquinas manuales operadas por seis internos. Todos están capacitados en el tejido en un nivel primario.

El Instituto Nacional Penitenciario hace un llamado a los empresarios y comunidad a colaborar con este artesano y el grupo del taller de textilería del EP Ayacucho, a fin de promocionar o adquirir los productos hechos como parte de su reinserción positiva a la sociedad. Informes al número de la dirección con Martín Oré Sánchez # 990 875 273.

Lima, 13 de octubre de 2016