NOTA DE PRENSA Nº 173-2017-INPE
INPE RECOBRA ADMINISTRACIÓN DEL PENAL DE LURIGANCHO Y ENTREGA LLAVES A SERVIDORES
Fue el momento más emotivo de la ceremonia. Las llaves del penal de Lurigancho fueron recibidas por Américo Vargas Palomino, representante de los 40 agentes de seguridad del Instituto Nacional Penitenciario (INPE) que en febrero de 1987 fueron relevados por la Policía Nacional en un operativo que cambio el panorama de la administración penitenciaria del país.
Los ministros del Interior, Carlos Basombrío Iglesias, y Justicia y Derecho Humanos, María Soledad Pérez Tello, se hicieron presentes para felicitar a ambas instituciones por realizar una transición bien coordinada, incluso con la participación de la población penal.
El presidente del INPE, Dr. Carlos Vásquez Ganoza, reconoció públicamente ante más de 600 personas, entre autoridades, invitados, trabajadores e internos, la labor fiel de los servidores penitenciarios entre ellas el conteo de internos, la verificación de su buen estado, y posteriormente, la ejecución del encierro total de más de 5,000 personas a su cargo.
La ceremonia inició en la explanada de penal con el izamiento del pabellón nacional y la bandera del INPE. Luego, el develamiento de la placa de la transferencia con los dos ministros de Estado.
Todos los participantes a la ceremonia se trasladaron al patio principal de los talleres industriales, lugar donde las delegaciones de la PNP, las escoltas de las 8 regiones del INPE y los 21 pabellones del penal de Lurigancho esperaban desde muy temprano.
En su discurso, la máxima autoridad penitenciaria resumió la historia del centro reclusorio, uno de los tres penales pendientes de retomar (falta aún el EP San Ignacio y Sicuani). Expresó las expectativas de su institución por continuar con las tareas de tratamiento a favor de los internos y renovó el compromiso de humanizar y dignificar para resocializar como práctica cotidiana.
Con gran solemnidad las escoltas de la Policía Nacional del Perú y el Instituto Nacional Penitenciario se encontraron frente a frente en la explanada principal para proceder al cambio de guardia. Un efectivo hizo entrega del pabellón nacional a un agente penitenciario y sello la transferencia de la administración del centro reclusorio, el más poblado del país, con 9,607 internos en su interior.
Finalmente, la ceremonia contempló el desfile de todas las escoltas y un recorrido por los talleres de cerámica en los ambientes industriales.
Lima, 16 de junio de 2017