Page 18 - Informe Estadistico
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INSTITUTO NACIONAL PENITENCIARIO                                           INFORME ESTADÍSTICO
                        UNIDAD DE ESTADÍSTICA                                                     JUNIO - 2012




               2.2.- Población  penitenciaria  según  rango  de  edades  por  establecimientos
                    penitenciarios

                      La composición etaria de los privados de libertad por EP ayuda a visualizar de manera
               más focalizada las características particulares del tratamiento en cada unidad. Por ejemplo, hay
               penales como Huancabamba, donde no se requeriría por el momento de programas especiales
               destinados a los adultos mayores, en vista de su ausencia. En cambio, en el EP Lurigancho se
               podría ampliar la cobertura de programas piloto como CREO, pues a la fecha están recluidos
               1,394 jóvenes cuyas edades fluctúan entre los 18 y 24 años.

                      Es  importante  remarcar  el  valor  que  la  educación  tiene  como  parte  decisiva  del
               tratamiento  penitenciario,  especialmente  para  los  internos  jóvenes  y  primarios.  El  nivel
               educativo de la población penitenciaria dista de ser reducido o nulo (tal como se explicará más
               adelante).  La  expansión  del  Estado  y  del  gasto  público  en  educación  (infraestructura)  ha
               permitido que zonas del país, escasamente dotadas de servicios públicos por décadas, tengan la
               posibilidad de acceder a estudiar primaria y secundaria en centros públicos. Esto es, la cobertura
               educativa se ha incrementado y cada vez más niños y adolescentes pueden instruirse, lo que
               reduce la tasa global de analfabetismo.

                      Por  otro  lado,  la  predominancia  de  la  educación  técnica  obedece  a  que  concede  al
               interno la ventaja de adiestrarse en un oficio/labor y generar un beneficio económico al vender
               sus productos; este enfoque teórico-práctico resulta netamente útil a corto y largo plazo, pues
               el  interno  logra  cierta  independencia  económica  en  prisión  (trasladable  incluso  a  su  familia),
               además de aplicar lo aprendido cuando recupere su libertad.

                      Además, debe agregarse el factor geográfico al componente cronológico. Es así que la
               actividad económica predominante en la zona debería ser tomada en cuenta para articular los
               programas de formación productiva.

                      No puede soslayarse que, a pesar de los esfuerzos del INPE en brindar educación para el
               trabajo, los ex condenados encuentran varias barreras que impiden su inserción en el mercado
               laboral; si se tratara de una persona mayor a 35 o 40 años, enfrentará más dificultades aún. En
               ese sentido, es necesario realizar un llamado de colaboración entre los gobiernos regionales y la
               administración  penitenciaria,  pues  el  éxito  de  la  resocialización  depende  también  de  las
               oportunidades  que  los  ex  privados  de  libertad  puedan  lograr,  a  fin  de  sustentarse
               económicamente y a su familia.




















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